viernes, 21 de diciembre de 2012

La educación, el movimiento, y yo.


Este es el resultado tras varios meses. Han cambiado muchas cosas en mi representación mental de lo que supone la educación, el movimiento, y yo. Sin embargo, no quiero empezar a citarlas una por una, simplemente expongo mi dibujo para quien quiera pararse a analizarlo.

Pero, sólo una cosa que sí es muy interesante, en comparación con mi antiguo dibujo, ¿dónde se sitúa ahora el profesor?, ¿quién es?, ¿qué relación tiene con sus alumnos?, ¿qué pretende conseguir?.
En definitiva, ¿QUÉ SIGNIFICA EDUCAR?

jueves, 20 de diciembre de 2012

Autoevaluación final de la asignatura.

Me ha llamado mucho la atención los interrogantes que ha puesto Víctor a la hora de proponernos nuestra autoevaluación ¿final? de la asignatura. Yo soy el primero que piensa que esto no acaba aquí. Cuando estábamos empezando el cuatrimestre, yo mismo veía la asignatura de Educación del movimiento como algo que sobraba, que el temario parecía decir cosas que todos ya conocemos al fin y al cabo, y que quizás fueran cosas muy abstractas ("temas filosóficos", como alguna gente dice). Pero tras varios meses he cambiado totalmente de opinión. Más allá de que sus contenidos no se centren directamente en situaciones prácticas, deportivas, etc. como muchos pensábamos, creo que ha servido de mucho para que ahora cada uno de nosotros reflexionemos sobre muchos temas relacionados con la educación por nuestra propia cuenta. Es más, creo que es necesaria una asignatura así, que nos haga darle vueltas al contexto educativo y en especial a los problemas que presenta, que nos incite a hablar de ética, valores, compromiso, responsabilidad, necesidades... Que todo esto es algo que ya debería rondar por la mente de unos futuros profesionales y docentes sin necesidad de enmascararse como una cantidad determinada de créditos de segundo curso, pero dada las deficiencias educativas que hemos sufrido y sufrimos, se obliga a que aprobemos la asignatura.

De esta forma, me alegro de tener al profesor que hemos tenido. Él ha sido el responsable de guiarnos en tan poco tiempo hacia otra mentalidad. Nos ha hecho escribir reflexiones como no lo hacíamos desde que nos obligaban en tercero o cuarto de la ESO. Al principio nos costaba, y de hecho no sabíamos para qué leches servía un blog, pero poco a poco cada uno ha sabido encontrar recursos interesantes para debatir con el resto e intentar llegar a unas conclusiones. Por supuesto, el clima que se ha creado entre compañeros a raíz de sus valoraciones en el blog ha sido muy interesante. 

Personalmente, yo me he sentido muy a gusto, simplemente por el hecho de no tener la "obligación de hacer deberes", de llevar a clase los ejercicios al día, de empaparme de información para hacer un examen. El blog ha sido la herramienta de trabajo que, a pesar de que me costara decidirme por ella en un principio, ha servido para plasmar mis ideas, mis dudas, mis sugerencias. Entrar en el blog no ha supuesto tener que hacer deberes, ni si quiera cuando se tratara de hacer el seguimiento de la asignatura, porque al fin y al cabo, hacer esto no quiere decir que tengamos que escribir todos las mismas cosas, sino que hemos tenido la libertad de hablar de lo que quisiéramos y como quisiéramos.

Respecto al temario, ahora que lo he visto todo por encima (y digo por encima porque no me he quedado con todo, sólo con lo que me interesa) creo que es idóneo en cuanto a coherencia y a cantidad. Son sólo 5 temas en los cuales se nos presenta de forma esquemática una serie de ideas a partir de las cuales hemos trabajado de múltiples formas.

Ahora me doy cuenta de la gran oportunidad que se han perdido aquellos que han optado por el examen final, quienes tendrán que seguir haciendo lo de siempre, estudiar para memorizarse una serie de textos y luego olvidarlos en cuatro días.

Doy por finalizado el cuatrimestre, las asignaturas, las clases presenciales. Pero no la educación del movimiento. Aquí comienza el largo camino de cada uno de nosotros en busca de una mejor educación!

Nota: 8,5

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Temas 3 y 5.

A continuación os dejo un breve comentario de lo que he resumido como más importante de las lecturas obligatorias del tema 3 y 5. 


TEMA 3

Arnold, P.J. (1989). Educación Física, movimiento y currículum. Madrid: Morata (Caps. 1 y 2).
La educación comprende (o debería comprender) actividades y procedimientos intrínsecamente valiosos. Contenido y procedimientos son igualmente fines y medios de la educación. Juntos constituyen un modo de vida que posee su propia integridad.
La educación debería tener en cuenta la racionalidad teórica y la racionalidad práctica. Es decir, además de encontrar verdades universales (adquisición de conocimientos valiosos), se tiene que buscar qué es lo mejor para uno mismo. Por eso, desde el ámbito educativo, se ha de fomentar no solo el conocimiento teórico, sino también el conocimiento práctico; es decir, no sólo centrarse en “saber qué” sino también en “saber cómo”. En este último entraría en juego la esencia de la Educación Física.

TEMA 5
Pérez Samaniego, V. (2004). La ética del cuidado en educación física.
En vez de preocuparnos por los principios que guían nuestras acciones, la ética del cuidado consiste en preocuparme por la persona a la que cuido. Trasladado al ámbito educativo, ser un buen educador significaría desarrollar la predisposición y las capacidades que permitan cuidar bien de los que te rodean y contribuir a la creación de una comunidad de cuidado a través del modelado, el diálogo, la práctica y la confirmación. Este propósito enfatiza el compromiso de fidelidad que el profesor debe mantener con el alumno. El cuidado ético supone buscar la comprensión de los aspectos subjetivos y contextualizados de la interrelación personal; con el objetivo de aumentar el rendimiento académico y para el propio bien del alumnado. Según Gregory (2000), seis virtudes que podrían servir para orientar la acción educativa hacia esa ética en Educación física son: relación social de proximidad, consideración, solidaridad, imaginación moral, tolerancia y autocuidado.
Podemos concluir varias cosas. En primer lugar, que como futuros docentes, tenemos un compromiso profesional de cuidado con todo el alumnado, al que debemos fidelidad. Y en segundo lugar, que la ética no se reduce a una cuestión de razonamientos abstractos, sino a una cuestión de acciones concretas en ámbitos cercanos. En las clases de Educación física, el cuidado ético exige entender que la corporeidad de cada alumno y alumna es digna de respeto, que el profesorado debe hacer esfuerzos honestos por tratarla con consideración, por comprenderla desde su singularidad y por ofrecer oportunidades adecuadas para su disfrute y desarrollo.

martes, 18 de diciembre de 2012

La ola.

                                         


Drama alemán dirigido por Dennis Gansel basado en el experimento psicológico realizado en California en 1967 llamado Tercera Ola.  El profesor Ron Jones, para explicar a sus alumnos cómo el parido alemán nazi logró convencer a sus ciudadanos, intentó formar en su misma clase un grupo revolucionario afín al ideario de Adolf Hitler.

Pero se le fue de las manos y el movimiento se esparció más allá de las aulas. Basado en la maleabilidad de la mentalidad juvenil, este experimento muestra un ejemplo tanto para comprender el fanatismo político nazi como para evitarlo o crearlo.

Os recomiendo esta película, la cual yo vi hace dos años y me pareció muy buena. Pienso que puede tener relación con el tema de si la escuela (desde el sistema en este caso) puede crear malas personas, malos estudiantes, o incluso personas enfermas...y todo lo que se ha dicho tras el terrible suceso del asesinato en Connecticut.
Yo ya me he calentado bastante la cabeza dándole vueltas.
Ahí os lo dejo.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Amaya Valdemoro, pasión por jugar.



El haber visto este pequeño documental sobre la vida personal y trayectoria profesional de la baloncestista Amaya Valdemoro ha despertado un gran interés en mí de principio a fin. Conocía muy por encima quién era Amaya, su palmarés deportivo, etc. pero sin embargo, no era consciente de la grandeza que poseía esta deportista.

Como se muestra en el documental, ya desde pequeña llevaba consigo siempre una energía que canalizaba a través del deporte, comenzando a destacar ya con apenas doce años en el atletismo, y deslumbrando a muchos unos años después con el manejo del balón. Parece que es cierto eso de que los talentos nacen, o por lo menos en el caso de Amaya era así. Sus primeros entrenadores de baloncesto ya veían en ella una futura estrella nacional e incluso mundial, una joven que rebosaba competitividad, cualidades y persistencia. Con el paso del tiempo fue ascendiendo de nivel, llegando a jugar incluso en la NBA femenina, donde ella misma asegura que, a pesar de formar parte del banquillo, aprendió muchísimas cosas. De regreso a su país, fue una figura imprescindible para la Selección Española, llegando a quedar terceras del mundo y segundas de Europa.

Los problemas empezaron a llegar cuando Amaya, como muchos otros deportistas de élite, estaba llevando a su cuerpo al extremo, y las lesiones empezaron a pasarle factura. A pesar de ello, en el deporte hay personas que son capaces de conseguir el máximo rendimiento por encima de lo posible (la gota que colma el vaso), y la fortaleza psicológica de Amaya permitía que incluso jugara partidos medio “coja”. Pero sin duda, hay una parte del documental que me pone los pelos de punta, el momento en que cae al suelo y sufre la lesión más grave de su carrera: la fractura de las dos muñecas. En ese momento se puede apreciar en sus gestos la impotencia y el dolor que padece la jugadora, llegando a perder levemente el conocimiento un par de veces.

Como éste, ha habido muchos casos de deportistas que, a raíz de lesiones graves y dada su prolongada carrera profesional en dicho momento, han decidido retirarse definitivamente. Resulta increíble ver que Amaya Valdemoro, a sus 35 años de edad y viéndose impedida para cocinar, lavarse la ropa, conducir, etc., lo único que piense sea recuperarse de sus muñecas (dos meses antes de lo que pronosticaron los médicos) y plantearse un reto: volver a jugar a baloncesto. Es conmovedor escuchar las palabras de la jugadora cuando afirma con solidez: “...pensando que esto se me ha acabado, al día siguiente me levanté y dije hasta aquí hemos llegado, no pasa nada, si estoy haciendo tres horas, pues voy a hacer otra hora más y esto hay que sacarlo”. La gente que la rodeaba decía: “ella quiere luchar contra todo el mundo, y contra sí misma”, “y hasta que no vuelva a ser competitiva, no se va a ir del baloncesto, no la veo retirarse arrastrándose”, “necesita competir porque sino, no es feliz”.

Finalmente, ella misma dice angustiada que tiene miedo de dejar de jugar, que no quiere, que no sabría como llevarlo, que mucha parte de ella se iría detrás, que le faltaría algo. Porque LE ENCANTA JUGAR A BALONCESTO, y lleva desde los 14 años dedicándose cuerpo y alma a meter un balón por una canasta.  Para mí, es una preciosa historia, con la cual podemos entender la grandeza del deporte como forma de vida para muchas personas, que te pone barreras pero también objetivos, y te hace ser quien tú desees. 

El guerrero pacífico.

La película El Guerrero Pacífico narra la vida de Dan Millman, un joven universitario que practica Gimnasia Artística, concretamente anillas, quien tiene por objetivo lograr el Oro Olímpico algún día. Una noche Dan tiene una pesadilla, al caer después de hacer una acrobacia se parte la pierna en trozos. Tras el sobresalto, el joven se levanta de madrugada y sale a dar una vuelta, acabando en una gasolinera abierta donde conoce a un hombre mayor que le sorprende con sus pensamientos y acciones fantásticas (a quien llama Sócrates).
Dan necesita saber más sobre aquel hombre que tan extraño le parece, y noche tras noche se pasa por la gasolinera, donde establecen varias conversaciones. Sócrates ve que el chico se atormenta demasiado por las cosas que lo rodean (las mujeres, las horas de entrenamiento, la competencia con sus compañeros), tiene demasiadas preocupaciones, por lo que le aconseja que aprenda a vivir cada momento porque es único. Al principio, Dan lo toma por un loco, él sólo piensa en lograr títulos, honores, tener éxito, popularidad... Un día, sin embargo, sufre un grave accidente y se fractura el fémur, lo cual impide que siga entrenando por muchos meses. Es a partir de ese incidente cuando Dan empieza a cambiar su filosofía de vida y se deja ayudar por Sócrates y su nueva amiga Joy; intentando vivir y saborear cada instante del presente que le rodea.   Poco a poco, con mucho trabajo y valor, empieza a mejorar su rendimiento físico a pesar de ver reducidas sus capacidades, e incluso convence a su entrenador de que va a volver a la competición. Finalmente, Dan realiza una actuación excepcional en las anillas mientras se detiene el tiempo para él y recuerda su conversación con Sócrates: “¿Dónde estás Dan?” “Aquí”, “¿Qué hora es?” “Ahora”, “¿Qué eres?” “Este momento”; consiguiendo el Oro Olímpico que tanto había soñado desde hacía tiempo.


                 Me ha parecido una película excepcional. Pienso que la filosofía de vida de disfrutar al máximo el día a día es la más adecuada para conseguir el bienestar o equilibrio interno. Yo mismo desde hace no mucho, me empecé a plantear esta idea, porque hay momentos en los que abusamos de las preocupaciones sobre qué pasará mañana o la semana que viene, o el año que viene..., y vale más la pena centrarse en lo que hagas cada día, desde que te levantes hasta que te acuestes. Hay cosas que no se pueden controlar, porque dependen de factores externos a ti (la suerte, el resto de personas, el ambiente, etc.) y por tanto no hay que pensar en ellas; sólo hay que tratar de hacer lo mejor posible todo aquello que esté a tu alcance en un momento dado.
Más concretamente, en la película se incluye el ámbito del deporte, y estoy seguro que muchos de los que la hayan visto, se habrán visto identificados con sus respectivos deportes en algún momento de alguna competición. Como ya hemos visto en clase de Psicología, hay una contraposición entre la orientación a la tarea y la orientación al ego del deportista. En la película se aprecia claramente como cuando Dan se olvida de las tonterías (tener que ser el mejor, críticas de los compañeros, qué pasaría si no ganara el oro...) y se centra únicamente en la correcta ejecución de la tarea, consigue el máximo rendimiento y se siente verdaderamente feliz.
En definitiva, aconsejo a todo el mundo que vea detenidamente esta película, la cual le hará ponerse en la piel del “Dan deportista” o del “Dan persona” y pensar cómo puede encaminar sus acciones hacia una forma de vida más conveniente y placentera.       


                          



Educación física: Ideologías y ética.

El pasado viernes dedicamos las dos horas de Educación del movimiento a estudiar los temas 4 y 5, y poner en común sus contenidos. En la primera hora, estuvimos organizados en grupos de 6 personas, donde cada uno era "experto" de una ideología determinada, y tenía que defender sus principios en debate con sus compañeros.
En clases previas habíamos estado hablando acerca del currículum oculto en la Educación física. Este concepto hace referencia a todo aquello que hay detrás de los programas docentes, es decir, un conjunto de actitudes, valores, ideas y relaciones implícitas que van más allá de los contenidos prácticos. En otras palabras,  es todo lo que no está escrito y de verdad aprendemos al cabo del tiempo. 
De este currículum oculto deriva un concepto del que tanto hemos oído hablar en nuestra vida: la ideología. Desde la época de Marx y Engels, la ideología se entiende como un sistema cultural, un conjunto de significados compartidos sin el cual se harían incomprensibles determinadas situaciones sociales. 
Es obvio, pues, que con el paso del tiempo, la Educación física se ha visto afectada por las peculiaridades del contexto histórico del momento, y por tanto, acompañada de la mano de una u otra ideología. Ahora expongo un breve resumen de lo que cada una ha supuesto en el ámbito educativo, tras haberlas comprendido mejor con la ayuda de mis compañeros de grupo en clase.

El sexismo es aquella ideología que resalta las desigualdades, los prejuicios, los estereotipos y la discriminación existente en razón del sexo de las personas. El agrupar al alumnado cuando se realizan juegos deportivos requiere una modificación consciente de los mismos como estrategia fundamental para evitar el agrupamiento por sexos en edades de Primaria (Devís, 1992). Como reacción al sexismo, surge una ideología, sobre todo por parte del profesorado masculino: el igualitarismo. Supone el trato a todo el alumnado por igual, con la creencia de evitar así la discriminación sexual y ser más justo. 
Pero el igualitarismo puede resultar confuso y educativamente poco deseable (...). En lugar de igualdad de trato debería hablarse de trato equivalente. No se debe valorarse sobre 10 a chicos y a chicas todos juntos, sino, por un lado, valorar sobre 10 a chicos dentro de sus capacidades o posibilidades, y valorar sobre 10 a chicas dentro de las suyas.

La ideología del rendimiento busca formar deportistas de élite y alumnos capacitados para constituir grandes equipos deportivos escolares. Sparkers (1998) la denomina la perspectiva deportiva, ya que se asienta en el entrenamiento, la meritocracia, la racionalidad técnica y el elitismo. Puede que hace no muchas décadas en España (y en muchos otros países) se diese una situación parecida, no tan enfocada al elitismo, pero sí con el objetivo de formar cuerpos fuertes y disciplinados; lo cual viene de las antiguas concepciones de Educación física como herramienta para formar a los hombres para ir a la guerra. Como reacción a esta ideología nace el recreacionismo, el cual tuve que explicar a mis compañeros. Este considera la diversión como la principal razón de ser de la Educación física, como una concepción anti-elitista y anti-tradicional. Es una ideología que ha aparecido más recientemente en la evolución particular de la Educación física, desde que el resto de asignaturas ("las verdaderamente académicas" y que importan a los padres) requieren tanto estudio y esfuerzo por parte de los niños; por lo que el recreacionismo supone que la Educación física significa hedonismo y simple descanso (un recreo más o un rato de evasión) de las asignaturas "importantes". De esta forma, ya se consigue bastante con mantener ocupado, feliz y contento al alumno, pero la Educación física pierde todo el valor educativo que podría desempeñar. Estoy recordando que en la penúltima entrada hablaba de un tema muy relacionado con ésto, y necesidad de modificar la dinámica educativa en función de una educación cerebral más armónica. 
Esto último me recuerda mucho a mi niñez en el colegio, ahora me doy cuenta de que realmente mis clases de Educación física casi siempre suponían diversión y descanso para mí. El recreacionismo es la ideología que subyacía de las formas de dar las clases de mis profesores de "Educación física".

Por otro lado, existen dos ideologías que giran entorno a la forma corporal, y que resulta sexista. El culto a la delgadez se asocia a las mujeres y el mesomorfismo a los hombres. La diferenciación de formas corporales sanas en función del sexo se corresponde con otras creencias que asocian el cuerpo de los hombres a la condición física y el cuerpo de las mujeres a la delicadeza y la flexibilidad (Scraton, 1990, 1995; Vázquez y Álvarez, 1990).

Así, los escenarios donde se desarrollan las clases de Educación en que puedan aparecer estas ideologías serían muy diferentes. El trato del profesor, su ubicación en la clase, la relación de los alumnos con él, la intensidad de los esfuerzos, el disfrute, la relación entre compañeros, y en definitiva los objetivos, no tendrían nada que ver. Es fundamental que todos y cada uno de los profesores/futuros profesores se cuestionen constantemente la validez de sus clases, profundicen en la comprensión del currículum oculto y las ideologías, y sobre todo que reflexionen y valoren la dimensión oculta de sus propios métodos de enseñanza. Como ya sabemos, "debemos derretir el iceberg", y conducir a la Educación física de la mano de unos principios éticos que impidan caer en el error de ser cómplices de las muchas ideologías que hay. 

jueves, 13 de diciembre de 2012

Títulos y más títulos...

En la anterior entrada, estaba hablando sobre la importancia que tiene estudiar en la actualidad. Desde que yo era pequeño, ya en el colegio y en casa se me decía que si no me aplicaba no sería nadie en la vida. Además, como ya hemos visto, la enseñanza de hoy se basa (por desgracia) en darle al alumno una serie de contenidos predeterminados (demasiados) para que los aprenda de memoria y luego los "vomite" en el examen. De esta manera, aquellos niños que no tienen ningún tipo de trastorno perceptivo o cognitivo y encima les gusta portarse bien (por decirlo de alguna manera) y cumplir con sus obligaciones, se ven rodeados por un montón de deberes que deben llevar día a día. Sin embargo, el resto, aquellos que no sigan las instrucciones del maestro, que no estudien el temario, o que se dediquen a invertir el tiempo en otras cosas tendrán un futuro más crudo.

El paso del tiempo va situando a todos esos niños en determinadas salidas profesionales, algunos se ponen a trabajar en lo primero que encuentran una semana después de acabar la ESO, otros deciden hacer un grado superior, otros se presentan a selectividad para acceder a la Universidad y hacer una carrera.

En mi caso, yo pertenezco a este último grupo, quizás a los que más se nos haya exigido hasta llegar donde hemos llegado. Me refiero a la "cantidad" de estudio. Muchos temas, muchas asignaturas (algunas innecesarias para mi futuro), muchas horas frente al escritorio, muchas horas de insomnio, muchos exámenes en muy poco tiempo, y mucho dolor de cabeza... Todo resumido al final del año en una sola nota, la que determinará tu futuro. Realmente, es mucho trabajo, y encima te quedan los cuatro años de carrera después de eso. Es gracioso cuando me pongo a pensar en todo lo que he aprendido en tantos años en el colegio...muy poco!

Para colmo, la situación actual no es fácil. Estamos en crisis, miles de personas en paro, y miles de nuevos estudiantes buscando un hueco donde ganarse la vida. Entonces la competitividad aumenta de forma exagerada. No vale con estudiar, tienes que estudiar más, hasta que revientes. Hasta que sepas más que todos los demás y entonces puedas encontrar un trabajo más fácilmente. Yo siempre he sido una de esas personas que se preocupan demasiado por lo que les rodea, obligaciones, responsabilidades, etc. Pero ya estoy un poco harto de hacer las cosas así, siempre con líos en la cabeza, pendiente de muchas tareas (tantas que a veces no sabes ya cuáles son las más importantes), de lo que tienes que hacer mañana, la semana y el mes que viene; y sobre todo, sin levantar la mirada de el reloj, como un esclavo del tiempo. He llegado a la conclusión de que es mucho más valioso vivir el día a día, centrándote cada segundo en lo que tengas delante, disfrutando el presente y sin preocuparte por el mañana. Cada uno verá lo que hace.

Pero bueno, volviendo a lo de antes, aunque vivas más tranquilo o más nervioso, que no se te olvide estudiar. Aunque, ¿qué significa hoy en día tener una carrera? Nada. Aún necesitas tener más. Tienes que rellenar el currículum con todo lo que se te ocurra. Sácate cursillos de lo que sea. En el campo de la actividad física y el deporte la verdad es que pueden haber muchas salidas, de lo que me alegro bastante. Con la carrera puedes especializarte en diversas opciones: gestión, docencia, salud, alto rendimiento, recreación... Y además, si encima tienes títulos extras mejor que mejor: monitor de natación, de fútbol, de tenis, de baloncesto, de rugby, de fitness acuático, entrenador personal, etc. 

Qué maravilla! Cuánta facilidad, puedes ser hasta una persona multifunciones que sabe de todo. Pero cómo accedes a eso? A base de dinero y más dinero. Muchas veces incluso resulta increíble, puedes sacarte el título de tal cosa invirtiendo una pasta pero tan solo  unas cuantas horas de tu vida. Es un poco extraño. Hay muchas ofertas, puedes optar a cursos de lo que quieras y sacártelos en un plis plas. Pero siempre PAGANDO. Entonces, ¿toda esa gente que aprende tanto en tan poco tiempo está bien preparada para ejercer en tal actividad? ¿O simplemente puede permitirse el lujo de decir "mira todo lo que tengo" y luego no tener ni idea de nada? ¿Y aquellos otros que no pueden pagarse tantos títulos? ¿Ya no podrán ser igual que el resto, sólo porque no tengan un certificado oficial firmado por la real fundación de no sé qué? Pues qué lástima. Y encima, luego te sacas el título de lo que sea y resulta que vas a trabajar a un sitio y te dicen que eso no te acredita como tal, que tenías que habértelo sacado por la federación o leches. ¿Y tú qué ibas a saber si en ese sitio te han engañado o no, y si hay varias empresas que lo ofrecen y algunas son "oficiales" y otras no?

En definitiva, de todo se hace negocio. Estamos en una sociedad materialista en la que si pagas, tendrás títulos y serás alguien. Y así funciona todo. Saturación, competitividad y mucho espabilado. O te mueves o te quedarás atrás...

martes, 11 de diciembre de 2012

"Educación obligatoria...vale. ¿Pero me será útil?"

Tras leer la reflexión de un compañero acerca de la Educación y su obligatoriedad, se me han venido a la cabeza una serie de ideas que me gustaría plasmar en el blog.

Para comenzar, plantearé una serie de preguntas que nos hagan entrar en debate.
¿Cuánta gente no identifica (encuentra relación alguna entre) su vida personal con su vida laboral?, ¿Cuánta gente va con ganas a trabajar en su día a día?, ¿Cuánta gente disfruta haciendo su trabajo?, ¿Cuánta gente trabaja en lo que había deseado toda la vida? y ¿Cuánta gente se arrepiente de trabajar en aquello que hace o incluso lo odia?...

Toda la vida ha existido la necesidad de trabajar, de ganarse la vida, de tener dinero para comer. Muchas veces hemos escuchado decir al chaval que acaba de terminar sus estudios básicos: "Estoy buscando curro". Por lástima, ese curro podría ser cualquier curro. Antes, trabajar era lo primero, lo más importante para las personas, para las familias. Y no sería por falta de trabajo, al cabo de unos días el sobrino de la tía del marido de su padre era acogido en cualquier sitio para "trabajar". Pero poco a poco, el estudiar ha ido cobrando fuerza en la sociedad, de forma que si no estudias no serás nadie. Sin embargo es gracioso el panorama, aquellos que se han tirado años de su vida delante de los libros acaban los estudios y se encuentran con el mercado laboral colapsado de gente (posiblemente por aquellos sobrinos que llegaron antes).

Esta es la realidad. Existe una separación entre los que no tienen estudios pero sí experiencia laboral, y los que no tienen experiencia laboral pero sí estudios, y más que estudios, títulos/certificaciones/créditos... Dedicaré una entrada para centrarme de lleno en este tema más adelante.

Por desgracia, hay mucha gente que no ha sabido encontrar su vocación cuando era joven y estudiaba todavía en educación primaria o secundaria, quizás porque las asignaturas que tenía no le interesaban o le parecían aburridas. Otros, más allá de las asignaturas y sus contenidos, tampoco irían a gusto a clase o "se la pelarían", posiblemente porque los profesores les cayeran mal, pasaran de ellos, etc. En definitiva, muy poca gente puede encontrar aquello a lo que realmente quiere dedicarse toda su vida. Y en gran parte, se debe al ambiente educativo en el que ha vivido desde que era un niño.

El año pasado tuve la oportunidad de leer un artículo sobre la Neuropsicología en la escuela, de J. A. Portellano Pérez, el cual me dejó bastante sorprendido. El autor plantea la necesidad de modificar la dinámica educativa en función de una educación cerebral más armónica, que preste mayor atención a las funciones del hemisferio derecho. Parece ser que varios estudios han demostrado que existe una hipertrofia de la funcionalidad del hemisferio izquierdo frente a una atrofia en las posibilidades de estimulación que nos brinda el hemisferio derecho. Esta situación debe superarse! Una alternativa interesante sería cambiar los aspectos estructurales del sistema de enseñanza, potenciando las disciplinas plásticas, creativas y de expresión lúdica, deportiva y motriz. La distribución horaria de la carga lectiva debería transformarse de forma que el HI y el HD tuvieran una cabida armónica en los programas docentes de la escolaridad básica. Los actuales criterios de orientación escolar tendrían que tener en cuenta las diferencias funcionales hemisféricas de cada alumno, para explotar y conseguir la máxima estimulación de su capacidad de aprendizaje.

¿Cuántas veces he salido de clase tras un duro día de 7 horas con la cabeza saturada? Muchas, demasiadas. Para que luego de esas 7 horas sólo aproveche un par. El resto se resume en cifras, fórmulas complejas, palabras sin sentido, largos textos aburridos... ¿Eso es educar? Seguro? Lo dudo mucho!

Ojalá que toda esa gente que hoy día se siente frustrada con sus trabajos hubiese tenido la oportunidad de disfrutar de una educación más íntegra, de encontrar qué es aquello que le gusta o le hace sentir competente, en definitiva, su vocación. Cuánto falta de eso en este país! Luego te plantas en segundo de bachillerato y te preguntan qué quieres ser en la vida. Y estoy seguro de que por lo menos el 60% de los estudiantes aún no lo saben a esas alturas.

Para terminar con todo este royo, opino que, como podemos ver, ya hemos dedicado (tanto desde la asignatura de Educación del movimiento como desde la cabecita de cada uno en particular) mucho tiempo a reflexionar sobre la educación y todo lo que la rodea, y sin embargo sólo obtenemos dilemas y más dilemas. La verdad es que es un tema muy complicado, del que se puede discutir sobre mil aspectos sin llegar a un final, pero a veces, ya no con el objetivo de que todo el sistema tuviese que cambiar radicalmente porque pueda estar  mejor o peor, no está de más que cada cual se haga preguntas e intente conseguir soluciones a las mismas. Yo cada vez tengo las cosas menos claras, lo veo todo muy difuso y difícil de concretar, y me acabo enroyando hablando y criticando sobre cien cosas a la vez, no lo puedo evitar!

Pero lo que sí me alivia en parte es el hecho de verme yo involucrado e influido por ese grupo tan interesante de disciplinas plásticas, creativas y de expresión lúdica, deportiva y motriz que tanto bien hacen en el cerebro humano; ya sea desde el punto de vista de la persona, el alumno o el futuro profesor que quizás sea algún día.